Estos días de encierro obligado pone a pensar a mucha gente a veces para bien y otras para mal, generando angustias y depresiones, “mucho pensar a veces puede dañar” Si, pensar demasiado en ocasiones genera sobrepeso mental y le resta inercia a la felicidad. Esto ocurre sobre todo cuando esos pensamientos, ideas y reflexiones son de mala calidad, ideas nocivas y tóxicas que envenenan autoestimas, esperanzas y proyectos.
¿Cómo hemos adquirido la costumbre de pensar demasiado en cosas inútiles?,
La mente es una maquina incansable, los neuro-científicos señalan incluso que las personas tenemos de media unos treinta mil pensamientos al día, y cerca del 80% de ellos carecen de utilidad alguna. Es decir, son simples ideas repetitivas y rumiantes, recuerdos evocados y en esencia, procesos cognitivos que no nos confieren excesivo beneficio.
¿Y respecto a los recuerdos?
A veces escucho a mis hijas recordar situaciones de su infancia que no concuerdan para nada con los que tengo yo de la misma situación, lo que es muy curioso, pero que tiene una simple explicación, el punto de vista, y eso puede dar para horas de debate filosófico, cada uno desde su perspectiva visualiza el momento que generó ese recuerdo, y No concuerdan necesariamente con lo que el otro recuerda.
He leído por ahí que hay muchos estudios respecto a como de niños guardamos recuerdos fragmentados, y en el transcurso de los años esos recuerdos se van tornando en historias que no podemos confirmar, por que cada uno tiene su propio punto de vista, una imagen de esa memoria que es completamente suya pero no necesariamente cierta para el resto de tu entorno.
A mi me sorprende cada tanto mi nieta, tiene una memoria de elefante a sus 8 años, recuerda dónde guardamos sus juguetes el verano pasado, sabe cuales son y dónde están, ella me visita en sus vacaciones unas dos veces al año pues vive muy lejos, sin embargo, su memoria es sorprendente.
Yo misma tengo recuerdos tempranos de mi infancia, jugando en el dormitorio mientras el sol se colaba por la ventana, en esa época yo era hija única y no tenia con quien jugar así que me inventé un compañero de juego que me ayudaba a llenar esos espacios de ocio en soledad.
Tengo algunos recuerdos amargos que aunque quiero olvidarlos, aparecen cada tanto.
Tengo otros muy vividos como cuando vi a mi hermano recién nacido en el hospital, y se retorcía como un gusano blanco mientras mamá me lo mostraba, lo recuerdo muy vívidamente porque ese día de septiembre quedé al cuidado de mis tías y cual primas hermanas baten la lengua y se olvidan del mundo, me caí de la mesa de coser y les corté el chismorreo de un cabezazo, así que a mis 4 años y medio, llegué al mismo hospital donde nació mi hermano con la cabeza rota de la mano de mi tía.
¿Cuando se forman los primeros recuerdos?
Los estudios que han tratado de determinar cuándo se forman las primeras memorias autobiográficas en los niños y que perduran hasta la edad adulta concluyen que no lo hacen antes de los tres o los cuatro años. Algunos estudios consideran incluso que esos recuerdos son más bien fragmentos y para hablar de algo parecido a una memoria completa habría que esperar a los cinco o seis años de edad, yo creo que es cuando eres capaz de hablar y evocar y desarrollar la historia alrededor de ese recuerdo.
Durante nuestra niñez experimentamos aventuras y sensaciones que marcan el resto de nuestra vida. Aunque en el momento no seamos conscientes de ello, el pasar de los años nos recuerda cuáles fueran los instantes más bellos.
Cuál sea la verdad o quién tiene la razón respecto a los recuerdos de la infancia seguirá siendo un misterio, cada cabeza es un universo que se ve bombardeado por influencias externas, emociones exacerbadas, enojos estrés o lugares u olores que pueden generar en ti recuerdos fragmentados poco reales para algunos, pero muy reales para ti, y el punto de vista está ahí otra vez.
"Lo que uno ama en la infancia se queda en el corazón para siempre."
- Jean-Jacques Rousseau -
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