El sol ha estado esquivo desde hace rato, hoy está particularmente brillante, ha sido una grata y energizante sorpresa.
Es increible como los seres vivos necesitamos de su cálida energía para crecer, para nutrirnos, para alegrarnos.
Para completar el cuadro un relato en prosa para dar brillo a la luz interior.
"Me ha despertado hoy una tenue y tibia luz se ha colado por la rendija que deja la cortina, y al descorrerla el brillante resplandor del sol reflejado en el mar me ha cegado por un momento, una suave brisa me baña la cara,
¡que mañana tan clara!,
He podido ver muy lejos en el horizonte, las gaviotas que cruzan raudas cortando el aire con sus aleteos se detienen en el aire, un segundo y se van, con ruidosos graznidos.
Para acercarme al balcón he corrido de puntillas, el suelo está caliente y he salido descalza, el mar luce tranquilo una estela de espuma blanca lo cruza y el sol brilla con un resplandor inesperado".
Esa esquiva luz solar.
La falta de su gratificante luz nos entristece y nos apaga, y aunque siempre está ahí cuando no podemos verlo por las nubes abundantes decimos:
¡Qué feo está el día!
¿Cómo describir un día feo? Evidentemente no por la falta (o lo oculto) del sol, un día feo es aquel que está apagado y sin energía y por ello a falta de sol figurativo decimos que el día está feo.
La verdad es que lo feo del día sí tiene que ver con la falta de luz, pero no necesariamente de la luz solar, sino de la luz interior, esa lámpara que todos tenenemos por dentro que a veces cubrimos y no dejamos brillar.
¿Cómo hacemos brillar la luz interior?
Antes de liberar nuestra luz interior, debemos descubrirla, conectar con ella y reavivarla. Es muy probable que haya estado cubierta por mucho tiempo y necesita respirar, aqui un par acciones cuya reaccion amarás.
Liberemos esa luz, sonríete a ti misma acéptate como eres y esa luz se avivará
Decide ser feliz, permítete ser feliz y siente cómo tu luz sale a la superficie.
Elimina la negatividad de tu vida. Si estás a menudo con gente negativa alrededor, mantener la positividad puede ser un gran esfuerzo, rodéate de amigos que te dan fuerza y que están ahí aún cuando las luces literales se han apagado.
Una vez hayas reconocido tu propia luz, debes alimentarla. Una de las maneras de aumentar su brillo es a través del pensamiento.
¿Cómo alimento mi luz con pensamiento?
La reflexión es el arte de pensar en profundidad, es la habilidad de reflexionar sobre nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, teniendo también en cuenta los de los demás. Llámalo meditación, ser consciente o simplemente sentarse tranquilamente, en cualquier caso, es tiempo para ti y hará brillar tu luz.
Las tres "R" que harán brillar tu luz.
Este corto ejercicio puede ayudarte a que te introduzcas en el arte de la reflexión, toma nota de estas tres "R"
Relájate: Busca un lugar bonito y privado o sencillamente busca en tu mente ese lugar feliz y visualízate ahí.
Revive: Piensa de nuevo sobre lo ocurrido a lo largo del día, lo bueno y lo malo, visualiza lo malo, digierelo y descártalo, concentrate el lo bueno y llenalo de luz
Reflexiona: Piensa sobre cómo te sientes. ¿Qué te hace feliz? ¿Qué provoca tu infelicidad? Analiza uno a uno pero sin dar energía a ninguno, de nuevo digiere y descarta lo malo, ilumina solo lo bueno.
Reservar un rato para reflexionar cada día alimenta tu luz y tal vez puedas hacer que tu mundo sea un poco más brillante.
"En la oscuridad tienes, o miedo, o la oportunidad de encender la luz. " Joan Miquel Viadé Freixes