Un 83% de la población declara que su salud mental ha sido afectada de manera transversal como consecuencia de la crisis sanitaria y social.
El confinamiento decretado por los Estados descansa sobre la idea de que la familia “tradicional” (padre, madre e hijos) es quien debe atender esos cuidados.
Se asume como natural que la mujer prodigue esos cuidados, muchas veces mujeres de la tercera edad ven aumentadas su carga de trabajo, al ser cuidadoras no sólo de sus parejas, sino también de sus nietos.
A falta de un sistema nacional de cuidados público y la posibilidad de un “Estado cuidador”, han sido las mujeres trabajadoras quienes han tomado ese rol. Son las mujeres las que cubren la demanda de cuidados de toda la sociedad.
¿Afecta el Confinamiento? Desde luego que sí, ansiedad y angustia son los síntomas más presentes, junto con problemas para conciliar el sueño, insomnio, dolor de cabeza, tristeza e irritabilidad... soledad muchas veces.
Y ante un sistema colapsado, o como en Chile, con fuertes restricciones de movilidad y horarios sobretodo para las personas mayores, el aumento de los problemas psicológicos es exponencial.
Este panorama nacional coincide con lo reportado en investigaciones de otros países que describen depresión, estrés, ansiedad, insomnio, ataques de pánico, ira y miedo exacerbado, como trastornos derivados del aislamiento prolongado.
Y es que la salud mental es un ítem que no se ha considerado al enviar a confinamiento o poner en cuarentena enormes sectores de la población SANA en desmedro de su sanidad mental. Hay muchas preguntas que los ministerios de salud de muchos países ni siquiera se cuestionan.
¿Qué pasa cuando la vida social se cancela y las personas son confinadas a estar todo el día en sus hogares? ¿cuándo lo importante es, más bien, la comida, la limpieza y la medicina, y quién los suministra? ¿cómo se afronta la carga emocional?.
Hay mucha tela que cortar a ese respecto, la salud mental no se debe tomar a la ligera, somos seres sociales, necesitamos interactuar, alimentarnos emocionalmente de la compañía de otros, salir con los amigos, pasear con la mascota, jugar con los niños en los parques.
El ser humano no puede estar encerrado ( sea voluntario o impuesto por un decreto) necesitamos sol, aire, mar, montaña, compañía, música, amor y paz mental, si carecemos de ello por mucho tiempo nos secamos por dentro.
¿Y qué hay de la violencia doméstica? De esa nadie habla y si lo hace es porque el telediario entrega la cifra de “femicidios” a la fecha, ¿y qué hay del abuso que sufren algunos niños en sus hogares víctimas de padres abusivos?.
La salud mental ES un derecho humano, y si el Estado no te lo provee tomando medidas acordes y realistas, debes buscarla tú, y para ello, vibra alto.
Ya te he mencionado en otros post el vibrar en alta frecuencia, pon atención si lo has olvidado.
Vibrar bajo o vibrar en una frecuencia baja, está relacionado con el temor y el miedo, dentro de esa emoción negativa se esconden las emociones como: La ira, el rencor, la envidia, el egoísmo, la depresión, etc.
En cambio Vibrar alto o en una frecuencia alta, es un estado o frecuencia de Amor, y esta emoción a su vez desencadena emociones como: Alegría, paz, paciencia, solidaridad.
Vibra alto, piensa en amor, medita, escribe, ejercítate, toma agua, respira... respira amor y rodéate de amor, piensa en viajes y planea viajes, sólo para buscar la alegría en cosas simples, mientras salimos de esto.
“Tu perspectiva de la vida proviene de la jaula en la que estabas cautivo”
(Shannon L. Alder. Inspirational author and life coach)
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